Para entender a Daniel Abuggattás
Esta vez el bochinche de la semana se la lleva el legislador del “nacionalismo”- sí, nacionalismo entre comillas- Daniel Abuggattás, tan curtido en el verbo filudo, con eso de llamar “ratas” a sus excompañeros de bancada.
Más allá de nuestra a veces tragicómica política, es la arremetida innecesaria de uno de los pocos parlamentarios que aún continúan en un partido que ha reunido todas las traiciones, hasta convertir a su líder en “cosito”.
Dice Abuggattás que los parlamentarios renunciantes abandonaron el barco para “olvidarse de su ideología y lealtad” y entregarse en cuerpo y alma a fines personales. ¡Pero si eso es precisamente Humala!, Un breve traidor, como lo llamó alguna vez César Hildebrandt.
Que Abuggattás no sepa que el nacionalismo inverso de su líder es la peor de las traiciones, y una herida difícil de cerrar, para los miles y miles de votantes que lo eligieron con la esperanza de si quiera hacer cambios elementales, que no necesariamente tenía que ir por la Gran Transformación, difícil de creer.
Lo peor de todo es que el señor Abuggattás ha dicho de lo más normal que se ha lamentado que su “mini” bancada no haya aprobado la Ley de Transfugismo, y lo ha dicho como quien mastica chicle de lo más normal, o juega al yoyó.